Mujer
ni sumisa ni devota:
LINDA, LIBRE Y LOCA
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sábado, 3 de abril de 2010

“No sé quién inventó los zapatos de tacón, pero nosotras las mujeres le debemos mucho”.


Tac, tac, tac, el eco de los tacones se escucha por todas las calles y avenidas. Resuena hasta seducir al más ingenuo o menos precavido, pues además del sonido, el llevar puestos unos tacones es considerado símbolo de femineidad, realce de la belleza y expresión de sensualidad que toda mujer anhela y consigue con este tipo de zapatos puestos.

Desde su invención hasta la actualidad las mujeres definen a los tacones como un arma garantizada para conquistar miradas. Sin embargo, hay quienes reaccionan en contra de estos zapatos, que en principio sólo buscaba elevar de estatura (en todos los sentidos) a las personas que los utilizaban.

Hoy se eleva algo más que centímetros corporal. No importa el color, tamaño o material, los tacones siempre le lucen a aquellas personas que los llevan, bien sea para estar a la moda o simplemente para exhibirlos. Seguridad, señorío y armonía son algunas de las ventajas de este milenario invento.

Érase una vez…

La historia de los tacones se inicia en castillos de reinas y príncipes, quienes azules o no, optaron por esta maravilla que le ofrecía la moda como novedad.
Las páginas amarillas de los libros cuentan que a la primera persona a la cual le vieron unos tacones fue a Catalina de Médicis, quien en pleno siglo XXI portaba este tipo de zapatos.

Catalina era hija de una distinguida familia florentina. Menuda y bajita, necesitaba buscar una manera de que en el momento de su matrimonio, no se notara este defecto. En 1533 viaja a Paris y se casa con Enrique de Valois, mejor conocido en la aristocracia como Enrique II, quien fuera rey de Francia.

Algunas damas de la aristocracia se atrevían a usarlos, pero para poder caminar bien, subir y bajar escaleras –que era toda una proeza, pues median más de 15 centímetros-, necesitaban de bastones o criados que las sostuvieran.


¿Pero quién los invento?

La pregunta queda en el aire, pues muchos se atribuyen este éxito que cautivo a hombres y mujeres por igual. En Francia, para 1951, Charles Jourdan preparó el terreno con un tacón de acero y madera. Pero en realidad, la gloria de haber incorporado este nuevo estilo en la moda mundial del calzado es para el diseñador de Christian Dior, Roger Vivier, quién introdujo estos controvertidos tacones en 1955.

Los tacones de aguja eran semejantes a los rascacielos. Actrices y mujeres de todo el planeta dejaron atrás las sandalias, zapatos cuña, botas y cualquier otro calzado por llevar puestos estos, que eran considerados como iconos del sexappeal.

Arruinaron pisos de parqué, pues los tacones recibían todo el peso de la mujer y lograban taladrar los suelos. También terminaban con tobillo, columnas y hasta con matrimonios, pero no por estas razones las damas dejaron de utilizar este calzado, llegando a manifestar su preferencia, como la actriz Sarah Jessica Parker, quien se pregunta “¿De qué servirían las extremidades, sino para calzar bellísimos tacones?.


Lo más sexy en una mujer es su seguridad en ella misma


Toda mujer lleva en si algo que la hace especial y única.

Carga en sus adentros una esencia de exquisita frescura y pasión.

Ser mujer representa tener una picardía única e irresistible

que se encierra en su misteriosa sexualidad.

  • Siempre se tú misma, nunca trates de conquistar a las personas fingiendo ser quien no eres. Muestra seguridad y confianza, sin trucos ni actuaciones.
  • No te estreces! Trata de estar tranquila, libre de preocupaciones innecesarias, disfruta de la vida y aún en las tormentas procura buscar el camino hacia la felicidad.
  • Actúa y luce como tú eres, no trates de imitar a otra, comprende que eres especial, única e irreemplazable.
  • Cuida tu postura, siempre camina erguida y segura, pero de manera muy femenina, sensual y seductora.
  • Cuando te encuentres en público o andes por la calle no bajes la cabeza, lleva la frente bien en alto y mira directo a los ojos cuando hables.
  • Cuando entables una conversación habla de manera pausada, tranquila y segura; escucha a la otra persona con atención y evita los comentarios frívolos o fuera de contexto.
  • Practica alguna actividad física para mantener tu cuerpo y mente en forma.
  • Mantén una alimentación equilibrada y sana, además toma mucha agua para que tu piel esté siempre hidratada.
  • Trata de no fumar, este mal hábito trae demasiados problemas de salud, mancha los dientes, causa mal aliento y arruga la piel, además muchos hombres no sienten atracción por una mujer fumadora, más bien todo lo contrario.

¿Como Sere Yo Cuando No Sea Yo?



¿cómo seré yo cuando no sea yo?
cuando el tiempo haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro, otra mi sangre, otros mis ojos
y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente, mis sucesivos cuerpos
-prolongándome viva hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón, de carne a carne,
el elemento misterioso que determina
mi tristeza cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado sin remedio:

lo que la gente llama AMOR,
en suma.

viernes, 2 de abril de 2010

La espiritualización de la sensualidad se llama AMOR


La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Pero para poder ser sensual se necesita estar en armonía con tu interior, sentir confianza y sentirse bien con tu forma de ser.
La sensualidad incorpora los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato y oído e incluso espiritualidad. La principal función de estos es permitir que nos relacionemos con el mundo que nos rodea. Pero si sabemos como utilizarlos se pueden convertir en el alma perfecta para despertar pasiones y triunfar en el difícil arte de las relaciones amorosas, pues una mirada sugestiva, un suspirar al oído o una caricia en el lugar adecuado, pueden decir más que mil palabras.

Por eso, si quieres revitalizar el deseo en tu pareja y envolverla, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Vista: a través de la mirada se pueden expresar todas las emociones posibles y producirlas también, por lo que saber qué efectos producen en las personas es muy importante para la sensualidad.

2. Gusto: besar es uno de los placeres más grandes de la vida en pareja. El intercambio de afecto que produce un beso es determinante para poner alerta a los otros sentidos. También debes prestar especial atención a tu higiene bucal: una boca mal cuidada o el mal aliento, arruina lo que los demás sentidos logran.

3. Tacto: a través del tacto exploras el cuerpo de tu pareja y encuentras zonas específicas en las que una determinada caricia puede producir una respuesta inmediata.

4. Olfato: el olor natural de una persona puede desencadenar un vivo deseo en su pareja y además define la esencia de cada persona; es importante tener en cuenta que los olores fuertes no producen una respuesta positiva en la mayoría de las personas.

5. Oído: hay muchos sonidos que tienen un carácter extremadamente erótico: los gemidos, jadeos e incluso el sonido que produce un beso puede ser suficiente para excitar a su pareja.

Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra, bien sea deseo sexual, excitación, deseo de hacer el amor, etc. En general las personas que poseen un fuerte potencial sexual tienen una sensualidad muy acusada, si bien, en muchos casos ellos mismos no se dan cuenta, el magnetismo personal que se desprende de estas personas es muy envolvente y al entrar en contacto con ellas puede sentirse absorbido.

El Enigma de la Femineidad


Se intentará cercar la incidencia fundamental que el enigma de la femineidad ha tenido sobre la creación literaria y artística en el siglo XX.
En la historia del pensamiento el problema del deseo ha sido un enigma sobre el cual han meditado los hombres en todos los tiempos.
La femineidad, su fascinación, su misterio, lo insondable de sus laberintos, han sido un verdadero escándalo que esperó veinticinco siglos para que Freud renueve la hazaña comenzada por Sócrates cuando proclama que es por la boca de una mujer que surgió para él la iluminación de la verdad sobre Eros... "el develamiento del significado más oculto, que era el de los misterios estaba reservado a las mujeres".
El escándalo de esta afirmación ha sido renovado por los grandes creadores de este siglo en los distintos ámbitos de la creación filosófica, poética, artística...
El enigma del deseo, sus paradojas y sus trampas mortíferas, la belleza, la muerte y la inmortalidad se han entretejido con los filtros del amor para constituir el lugar de la femineidad como esa extranjera que es toda mujer para el hombre donde podrá descubrir la fascinación de una verdad sobre el goce.
Mujeres... musas inspiradoras... creativas... fugitivas... mortíferas... malvadas... atrapadas por las pesadillas de la locura... han servido a los hombres de genio acompañando su producción hasta llevarlos a una interrogación y una búsqueda sobre la condición femenina.
El cambio de siglo y la entrada en el siglo XX han permitido el surgimiento de mujeres que se recortan con luz propia marcadas por la singularidad de un estilo encarnando con su voz el pensamiento femenino en un medio dominado desde siempre por el hombre, han ofrecido con su vida y su obra las inquietudes culturales que estaban transformando de un modo decisivo el horizonte intelectual en esos años cruciales, sobre todo en el panorama intelectual centroeuropeo.
Mujeres... diferentes soluciones al enigma del deseo y del sexo nos ofrecen la ocasión de interrogar la relación con el talento creativo.